lunes, 11 de mayo de 2009

LOS RELATOS ÉPICOS

Lo que es el sentido de ser humano, de su circunstancia y de lo que se considera aceptable o inaceptable de él, ha sido representado en figuras épicas y religiosas pertenecientes a las culturas de la humanidad. Estas figuras no son fácilmente comparables. Sin embargo, tienen implícitas ideas sobre el origen y el sentido de la existencia humana; Unas figuras míticas representan algún conflicto permanente presente en todas las vidas; Otras representan ideales sobre cómo vivir y hacer lo correcto, que han cambiado junto con el acontecer de la historia y los cambios en las sociedades.
Aunque son relatos que han cobrado vida en el contexto de las religiones, podríamos afirmar que son historias épicas sobre transformaciones personales, aceptación del sufrimiento o del destino. Estos personajes míticos describen las emociones, pensamientos y acciones que son valoradas por las sociedades con respecto a los humanos. Son la puesta en escena del sentido de existir, de los conflictos inherentes a ello y de las sínesis morales que requerimos para sabernos únicos y existentes.


2 comentarios:

  1. ...Para tomar conciencia de nosotros mismos. Necesitamos entonces un referente, entonces para conocernos a nosotros mismos? Como muy superficialmente se interpreta el concepto de Platón de que "el nombre da sentido a la cosa".
    Tal vez.
    Animo con el blog.
    Ansiamos debatir mas mitos.

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  2. La idea no era afirmar que es necesario tomar conciencia sobre nosotros mismos. Al contrario. Al retomar los casos de las figuras míticas y religiosas históricas en la humanidad y en todas sus culturas, uno puede ver que las sociedades han requerido de síntesis morales para poder afirmar una suerte de reglas o prescripciones sobre cómo los humanos deberíamos ser conscientes sobre nosotros mismos. Pero, creo yo, la idea que guía la premura y la exigencia por el mostrarse como conscientes es una suerte de construcción social. Por esto, la consciencia, y su ejecutor, el Yo, se plantearon desde una óptica moral, mas no científica. Sin embargo, no deja de ser interesante, que es, a través de nuestro lenguaje, desde donde empezamos a complicar las cosas. Nuestro lenguaje nos exige nombrarnos, explicarnos y describirnos. Al exigir esto, de forma derivada, nos exige darle coherencia y sentido a nuestra existencia como hablantes. Nos aleja de la experiencia en la cual no existe el lenguaje, y genera condiciones exclusivamente humanas apra entender esta existencia. Pero en esa trayectoria, confundimos lo moral con lo real.

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